


Historia del Trigo

Por muchos miles de años, la humanidad ha germinado semillas para uso medicinal y con el fin de complementar las dietas. El trigo se cultiva desde hace mÔs de 5.000 años y se remonta por lo menos hasta el antiguo Egipto y probablemente a las primeras civilizaciones de la Mesopotamia. Se supone que los antiguos egipcios encontraron las puntas jóvenes frondosas del trigo sagrado y los utilizaron por sus efectos salubres.
Manuscritos antiguos chinos registran el uso de semillas germinadas regularmente ya en el año 3.000 a. C., con los usos terapéuticos que incluyen: trastornos digestivos, dolores musculares y sensación de hinchazón. Los pueblos del lejano oriente chino y otros pueblos germinaban las semillas de trigo como parte de su dieta diaria.
En tiempos mĆ”s recientes, el consumo de hierba de trigo en el oeste volvió a surgir en la dĆ©cada de 1930, despuĆ©s de que un quĆmico agrĆcola estadounidense llamado Dr. Charles Schnabel curó sus pollos enfermos alimentĆ”ndolos con hierba de trigo reciĆ©n cortado. No solo recuperaron su salud, sino que su promedio de puesta de huevos pasó de uno cada tres dĆas a un huevo cada dĆa. Schnabel tenĆa conocimiento de que el ganado vacuno mostró gran aumento de peso cuando se le permitió alimentarse de hierba de trigo en primavera, y el ganado de leche incrementó su producción de leche y grasa en un 30%.
Schnabel y otros cientĆficos encontraron que el contenido de nutrientes de la hierba de trigo se encontraba en su nivel mĆ”s alto justo antes de lo que se conoce como la āetapa de uniónā del crecimiento (cuando el primer nudo es visible en la base del tallo, se siente como una protuberancia inflamada). En esta etapa, la concentración de nutrientes estĆ” en su apogeo, es mĆ”s alto que en cualquier otra verdura de hoja verde oscura.
En 1926, otro cientĆfico, el Dr. C Saunders, publicó su investigación titulada āEl valor nutricional de la clorofila en relación con la formación de hemoglobinaā en las Actas de la Sociedad de BiologĆa y Medicina Experimental. La fuente de clorofila para la investigación provino de la hierba de trigo deshidratado proporcionado por Schnabel y esto activó mĆ”s estudios sobre los efectos de la clorofila en la salud humana, en particular sobre sus efectos desintoxicantes.
Las revistas médicas de la época publicaron resultados positivos cuando se incluyeron tabletas de hierba de cereales en las dietas de los pacientes de los ginecólogos, oftalmólogos, dentistas y otros profesionales de la medicina. Los médicos encontraron que las madres humanas producen mÔs leche, rica en vitaminas y nutrientes y bebés mÔs sanos, con una tasa de mortalidad infantil mÔs baja cuando se añadieron tabletas de hierba de cereal a sus dietas.
En la década de 1940, un testimonio de la Dra. Anne Wigmore alega que se curó de cÔncer de colon ingiriendo jugo de hierba de trigo y comiendo hojas frescas de hierba de trigo y coles frescas y verdes. Se enteró de las propiedades curativas de la hierba de trigo durante la Primera Guerra Mundial, cuando su abuela usaba la hierba de trigo y otras hierbas para curar a los soldados heridos en el pueblo europeo que la vio nacer.
En āThe book of Wheatgrassā (El libro de la hierba de trigo) Wigmore escribe: āSi usted sufre de fatiga crónica, sinusitis, ulceras, o una enfermedad mĆ”s grave como el cĆ”ncer, un extracto de clorofila de pasto de brotes de trigo de siete dĆas de vida, pueden ayudar, incluso cuando otros medicamentos han fallado. Por supuesto nada puede sustituir una dieta sana, ejercicio y una actitud positiva para mantenerse en perfectas condiciones. La hierba de trigo puede darle energĆa y fuerza para ayudar a tener un mejor control de su saludā.